domingo, 6 de junio de 2021

SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI

    Hoy, solemnidad del Corpus Christi, queremos compartir con vosotros esta expansión oracional de nuestra querida hermana Sor Mª Teresa



Expansión oracional

            ¡Oh Maestro adorado! Ante la cátedra de tu Sagrario vengo a escuchar tu Palabra que tanto estimo: “Enséñame tu Sabiduría, la ciencia del Amor!

            Tu amor, Señor, es la dulzura de mi alma; vivir en tu Corazón es la plenitud de mi felicidad.

            Quiero, Jesús mío “que te agraden las palabras de mi boca y el meditar de mi corazón, ¡Señor, Roca mía, Redentor mío!”

            Porque “Tú eres mi auxilio y Tú sostienes mi vida” ¡No me abandones, Jesús mío, que mi alma se refugia en Ti!

            Te doy gracias una vez más oh Jesús amorosísimo, por tu cariño, por tu ternura, por el testimonio incomparable de tu amor infinito, y sobre todo, porque me hayas hecho a mí, objeto de ese amor.

            “¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho…?”

            “Alzaré la copa de la salvación invocando tu nombre, Señor”…

Pues sé, que sólo con tu Sangre preciosísima puedo glorificarte plenamente, Jesús mío, y complacer al Padre Celestial. Tú me la has dado en tu Eucaristía…Y yo te la ofrezco. ¡No puedo ofrecerte nada mayor ni mejor!

domingo, 16 de mayo de 2021

SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN

 

        En este día tan entrañable para nuestra hermana Sor Mª Teresa, por haber recibido tantas gracias del Señor, queremos compartir con todos vosotros, uno de los mensajes al Padre Celestial, que ella enviaba por medio de Jesucristo en su Ascensión al cielo

 

Mensaje oracional

    ¡Oh  Cristo Jesús! Estamos celebrando el último misterio de tu vida en la tierra. Tu misión se ha cumplido. Nos redimiste con los enormes sufrimientos de tu Pasión y muerte en la Cruz; ahora llega el momento de ser exaltado en el cielo a la derecha del Padre: el dolor se desvanece. Sólo queda la gloria. Es muy justo que recibas, Señor, el homenaje, la aclamación y adoración de todas las jerarquías angélicas y de las legiones de bienaventurados de la gloria celestial.

    Nosotras nos unimos a ese mensaje de gozo y de esperanza. Es verdad que estás con el Padre, pero, a la vez tienes el poder divino de quedarte con nosotros. 

Y aquí te tenemos en el altar, para que podamos adorarte, alabarte y amarte, y decirte que Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida; y además la fuente de toda felicidad. Tu gozo es nuestro gozo; tu victoria, nuestra victoria. Junto a tu Madre y nuestra, María, esperamos tu Bendición amorosa que se derrame sobre nuestra Comunidad y nos llene de tu Espíritu; que se extienda también a todos los que amamos: que sintamos tu mirada y tu sonrisa de Amigo y de Esposo, y sea para toda la tierra, gesto de dulce despedida, de fortaleza y protección.

    Escucha nuestra súplica insistente: que crezca nuestra Comunidad en número, en santidad y en gracia; que vivamos la “Santa Unidad” y que permanezcamos en tu Amor para que sea plena nuestra alegría; y continuemos tu alabanza por los siglos de los siglos. Amén.

miércoles, 5 de mayo de 2021

En el 4º aniversario de la partida al cielo de Sor Mª Teresa

     En este cuarto aniversario de la partida al cielo de Sor Mª Teresa queremos compartir con vosotros una reflexión suya, personal, sobre este texto evangélico propio de la Pascua.


“Simón, ¿me amas más que estos? Le respondió: Señor, tú sabes que te quiero” (Jn 21, 1-24)

Este texto evangélico en que Jesús Resucitado en aquella luminosa mañana primaveral se aparece en la playa del lago de Galilea a sus discípulos y dirigiéndose a Pedro le pregunta reiteradamente si le ama, arrancó del apóstol una respuesta de amor triple, total: “Tú lo sabes todo: tú sabes que te quiero”

Jesús tiene sed de amor; tiene sed del amor de sus elegidos, de sus consagradas, y nos pide nuestro amor. Esto es lo que me sorprende y, me emociona; que mi Dios que es todo Bondad, todo Belleza, todo Luz y poder, me haya llamado a mí, y me haya hecho suya para siempre.

Siento tal gratitud por esta gracia (que considero una cadena de gracias) que no puedo expresarla con palabras. Quizá con el salmo inspirado: “¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la salvación invocando tu nombre… Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo…”

En este día me preguntas una vez más “¿me quieres?”

            ¡Sí! ¡te quiero! Con toda mi alma, con todo mi ser, con todo mi corazón.

Permíteme, oh Jesús amadísimo, que te exprese en cuanto pueda, mi amor más encendido. Pienso que toda mi vida, mi larga vida consagrada a tu servicio, ha sido un constante ejercicio de amor a Tí y a las hermanas por Tí.

Porque Tú, eres mi Vida, mi luz, mi paz, mi dulcedumbre, mi gozo, mi riqueza… toda mi felicidad. ¡No puedo vivir sin Ti! Quiero fundirme contigo en tu abrazo inefable; abrásame en tu divino fuego. Que tu Espíritu me cobije bajo sus alas y me ilustre y me enseñe la ciencia del Amor. Quiero cantarte este amor, en correspondencia al tuyo tan inmenso, con la más dulce melodía, con la música más bella, con la mejor poesía. ¡Te amo! ¡te quiero! Es el verbo que quiero conjugar constantemente, que quiero repetir noche y día sin cansancio… ¡Sí, Señor, te quiero, porque también tu Amor es para mí la plenitud de la Vida, del júbilo, de la felicidad!

miércoles, 21 de abril de 2021

SAN JOSÉ, EL SUEÑO DE LA VOCACIÓN

 

 



          Con motivo de la Jornada Mundial de oración por las vocaciones, os dejamos el mensaje del Papa para este año, "SAN JOSÉ, EL SUEÑO DE LA VOCACIÓN".

          Oramos para que San José nos "ayude  a todos, especialmente a los jóvenes en discernimiento, a realizar los sueños que Dios tiene para ellos; que inspire la iniciativa valiente para decir “sí” al Señor, que siempre sorprende y nunca decepciona."


domingo, 28 de marzo de 2021

Clara de Asís: MI VIDA ENTERA

 

 

Hoy las Hermanas Clarisas 

renovamos nuestra Consagración al Señor, 

en la memoria de la Consagración de nuestra Madre Santa Clara 

en manos de San Francisco, 

un domingo de Ramos del año 1212

jueves, 18 de febrero de 2021

18 de Febrero

 

13-II-1975  (Jueves después de ceniza)

 

“Esto dice el Señor: Si cumples lo que te mando… vivirás;

el Señor tu Dios te bendecirá” (Deut 30, 15-16)

 

“El que quiera seguirme que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo” (Mt 6, 16-18)

 


            Estas palabras tuyas, oh Jesús, siempre pone temblor en mi carne y miedo en mi corazón: ¡Cuánto cuesta el sufrimiento! Pero no por eso dejaré de seguirte. Te seguiré con mi cruz cada día, cueste lo que cueste. Al fin, me invitas a que marche en pos de Ti, contigo. Si fuera sola, sin arrimo y sin apoyo, tendría mucho que temer de mi fragilidad y mi nada.

            Pero voy contigo y me prometes la salvación y la vida. Por eso debiera redoblar mi esfuerzo y quemar las etapas en pos de Ti para llegar pronto a ese revestimiento de Ti mismo que persigo, a esa muerte de mí misma para que vivas Tú en mí. ¡Oh Jesús! Nada puedo en este camino si Tú mismo no me alientas y me ayudas. ¡Ven! Tú sabes cuánto me cuesta sufrir… Tú sabes que soy incapaz de todo bien sin tu gracia.

            Tú mismo has dicho que tu yugo es suave y tu carga ligera. ¡Hazme sentir a mí la verdad de tus palabras! Ayúdanos en “nuestro destierro” y que podamos soportar con valentía el peso de este dolor, hasta que Tú quieras devolvernos la vida y la paz. Resucitar contigo es la meta de nuestra peregrinación. Llegue hasta nosotras copiosísima esa bendición que nos prometes para que podamos vivir tu vida con toda plenitud. Tú eres mi fuerza, mi Roca salvadora. Confío en tu misericordia  y tu amor.

miércoles, 17 de febrero de 2021

17 de Febrero

 


Miércoles de ceniza

“Convertíos, rasgad los corazones, no las vestiduras…” (Joel 2, 12-18)

“Ahora es el tiempo de la gracia” (2 Cor 5, 20)

“Cuidad de no practicar vuestra justicia para ser vistos de los hombres”

(Mt 6, 16-18)

 

            La Cuaresma es tiempo de conversión a una vida de más fervor, de más intensidad y amor. Es tiempo de reparar lo pasado y empezar de nuevo con el arrepentimiento del corazón y la confianza ilimitada en la misericordia divina. Eso será aprovechar la gracia de la salvación.

            Y Jesús me enseña cómo he de realizar esta conversión, ejercitándome en las virtudes tan importantes como son la caridad, la oración y el ayuno .

1º.- Caridad o limosna: daré la limosna de mis servicios, de mi sonrisa, de mi disponibilidad a cuanto se me pida, con espíritu sobrenatural y con el fin de agrada a Jesús y a mi Padre celestial.

2º.- Haré la oración más atenta, más humilde, más amorosa y entregada en el silencio de mi interior, en este coloquio como estoy ahora, cálido y confiado de hija que habla con su Padre con entera libertad y confianza.

3º.- Ayunaré materialmente, pero sobre todo espiritualmente, procurando no cometer faltas ni imperfecciones.

Este es el programa cuaresmal que Jesús me señala, y que yo quiero recoger con prontitud de ánimo.

¡Oh Jesús! Contigo siempre en la caridad, en el ayuno, en la plegaria. Contigo, para escuchar tu voz y tu palabra, en el silencio de mi oración y poder dedicarte mi amor y ofrecerte una vez más mi vida. Contigo quiero entrar por la senda de la cruz para aprender a sufrir contigo. Contigo quiero morir para resucitar contigo a una vida nueva: Contigo quiero vivir. ¡Siempre contigo!