GOZOSOS ENCUENTROS
La mañana era preciosa.
Estallaba la alborada
con una luz estival
entre amarilla y rosada.
……………….
Jesús llega así al Jordán.
Cuando Juan le ha divisado
exclama lleno de gozo:
-“He aquí un hombre endiosado”.
¡Este es el Hijo de Dios!
que tanto hemos esperado.
………..
Es el Cordero de Dios
del mismo Yavé enviado,
para sacar a los hombres
del abismo del pecado.
Los discípulos de Juan
y la gente que asistía,
se miraban asombrados
ante lo que Juan decía.
Jesús saludando a Juan
se alejó por la ribera.
Juan indicó a sus discípulos
que enseguida le siguieran.
Ellos, un poco cobardes,
le seguían con temor;
mas, Jesús, viéndoles cerca,
les preguntó acogedor:
-¿Qué buscáis? –Ellos dijeron:
- Rabí, ¿dónde es tu morada?
- Venid y os la mostraré.
No está de aquí muy alejada.
……………
Después del suave descanso
junto a Jesús, ¡qué fortuna!
Andrés y Juan se marcharon
diciendo ambos a una:
-Volveremos a encontrarte
antes de ir a Galilea.
-Queremos estar contigo
y que mi hermano te vea.
Así habló Andrés muy seguro
de que su hermano Simón,
tan noble y apasionado,
vendría sin dilación.
Para siempre quedaría
en su recuerdo y su mente
aquel día inolvidable
en que, providentemente
conocieron al Maestro
más divino y elocuente.
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